El año pasado, con el combo de la gran inestabilidad económica argentina sumada a la recesión mundial que generó la pandemia, el BCRA se desprendió de muchas reservas para que las cotizaciones del dólar no se sigan disparando. Luego de que se reestructure de la deuda externa y se ordenaran el pago de importaciones y el déficit comercial, desde diciembre de 2020 las reservas argentinas volvieron a crecer y recuperaron el mismo nivel que el año pasado.
«La compra de divisas es solo uno de los factores que inciden en el nivel de reservas, pero el más importante como señal de acumulación y fortalecimiento de la política monetaria y cambiara», señaló en un comunicado el presidente del BCRA, Miguel Pesce. Sólo en la primera quincena de abril acumuló 830 millones de dólares contra los 550 millones vendidos en igual período de 2020.
Las restricciones cambiarias, y sobre todo la liquidación de los granos del campo (en algunos meses de 2021 llegó a casi duplicar la de los mismos meses de 2021), ayudaron mucho en esta absorción de dólares para las Reservas del BCRA. En lo que va de 2021 hay un saldo a favor de alrededor de 3.100 millones de dólares contra los 112 millones del mismo período de tiempo en 2020, el cual tuvo importantes pérdidas en febrero (259 millones) y abril (547 millones).
Estas buenas noticias traen aparejada la incertidumbre de si el BCRA podrá sostener a lo largo del año este caudal de reservas cuando termine la temporada de liquidaciones de las grandes corporaciones agrarias. Eso sin contar la incertidumbre política y monetaria que se generan en los años electorales y los vencimientos de deuda que tendrá afrontar en la segunda mitad del año el Estado argentino.
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